La generación de olores es una consecuencia inevitable de las operaciones que involucran la manipulación y eliminación de residuos putrescibles y algunos flujos de residuos industriales.
El nivel de olor generado durante la recolección y operaciones de transferencia depende de un rango de factores que incluyen la edad del residuo, su contenido orgánico, temperatura y el área de la superficie expuesta a la atmósfera. Para operaciones de eliminación como son el caso de los vertederos, los olores también se pueden generar como resultado de la descomposición del residuo con la consiguiente liberación de gases de vertedero y procesos secundarios como el tratamiento de lixiviados y generación de energías.
Un mayor conocimiento de estos procesos es un elemento importante en el diseño de las operaciones de transferencia y eliminación. Hay un amplio rango de técnicas disponibles para la medición de olores en este caso, que incluyen métodos de muestreo “en origen” (por ejemplo medición del potencial de olor de un residuo usando camplanas de muestreo) y métodos de campo que posibilitan que el impacto global de las operaciones de relleno de vertederos sean cuantificadas.