El desarrollo urbanístico se considera a menudo un punto incierto en lo concerniente a temas de olores, bien sea por usos previos del suelo o por instalaciones industriales o de desechos en zonas cercanas.
Los impactos por olores y ruidos tienen una influencia significativa en el valor de la propiedad y es, por supuesto, una obligación del promotor, el asegurar que la calidad medioambiental de una zona a desarrollar es adecuada para el uso residencial.
En algunos casos, la gestión de olores puede incluirse en el planteamiento financiero de la zona a desarrollar. Por ejemplo, el coste de implementar un tratamiento de olores de alto nivel en una zona portuaria fue incluído en el coste de preparación de dicha zona. Mediante la inclusión de las cuastiones relativas a olores en las etapas tempranas de un planteamiento territorial, los aspectos económicos de la calidad del aire pueden ser controlados y la calidad de vida medioambiental de los futuros residentes puede ser asegurada. Odournet provee los suficientes datos cuantitativos y simulaciones de impacto necesarios para apoyar las inversiones en control de olores.